domingo, 16 de marzo de 2014

Claves para identificar una verdadera amistad

Hace unos días me ocurrió algo que me hizo darme cuenta de lo importante que es saber con quién podemos contar realmente. Es por eso que he decidido escribir sobre las claves para identificar una verdadera amistad y he querido compartirlas aquí. No obstante, aclaro que se trata siempre de lo que yo considero válido por mi propia experiencia y desde mi humilde punto de vista. Cada uno tendrá sus propias claves. Si te interesan las mías, aquí están:

Con el motivo del cumpleaños de una amiga, estuve «skypeando» con ella durante más de dos horas. Llevábamos más de un año sin vernos y bastantes meses sin hablar, pero es una amiga de verdad, aunque no nos veamos todo lo que quisiéramos ni hablemos tan frecuentemente como nos gustaría. El tiempo, la distancia, la vida, etc. te van llevando y puedes descolgarte un poco, perder el contacto. A todos nos ha pasado, ¿no? Pero cuando hablé con ella fue como si no hubiera pasado el tiempo, nuestros cariño y confianza mutuos seguían inalterables. Éramos las mismas Patricia y Belén de siempre: Patito y Beli.

Claro, tardamos en ponernos al día y, justamente hablando de amistad, me di cuenta de lo importante que es saber darle el valor que tiene. Me explico: en todas las relaciones hay discusiones o se pasa por acontecimientos más o menos desagradables alguna vez, pero uno tiene que saber que una amistad auténtica vale más que cualquier eventualidad circunstancial. Mientras hablaba con Pato me daba cuenta de lo fuerte que es la nuestra y creo firmemente que se debe, justamente, a las adversidades que hemos superado; y pudimos hacerlo porque casi nunca olvidamos que, a pesar de todo, somos amigas. 

Le estaba relatando los últimos acontecimientos de mi vida más reciente. Por ejemplo, cómo, por una tontería, he perdido una amistad que consideraba tan auténtica e incondicional como la de Patricia. Sí, por una tontería; la historia de Patito y mía sí que fue un drama: ¡me gustó su novio! Chico, una no elige de quién se enamora y, además, cuando le conocí, no sabía que tenía novia ni la conocía aún a ella. No voy a entrar en detalles, pero con este planteamiento, entenderás que hubo un buen nudo, ¡vaya si lo hubo! Y un inmejorable desenlace. Pero antes del final feliz hubo problemas, muchos problemas, discusiones, tensión, ansiedad... Hace un tiempo habría dicho que no habría querido recordarlo, pero hoy sí quiero porque somos un ejemplo de verdadera amistad y porque todo aquello la ha fortalecido enormemente. Se impusieron el silencio y la distancia por meses, pero después nos dimos cuenta de lo mucho que nos queremos y nos reconciliamos. Ella siempre supo que mi intención nunca fue hacerle ningún daño. He vuelto a creer que la intención es lo que verdaderamente cuenta.

Ojo, también tenemos muy buenos recuerdos, no te vayas a creer... Muchas risas, el tiempo siempre dice la verdad. Lo cierto es que me emocioné mucho mientras hablaba con ella porque iba pensando todo esto e iba siendo cada vez más consciente de la autenticidad de su amistad, en comparación con otra que creía igual de auténtica y que al final el (bendito) tiempo ha demostrado que no lo era. Y aunque duelan el desengaño y la decepción, siempre es mejor abrir los ojos pues, gracias a esto, ahora sé a quién quiero cerca y a quién no. Ya alteraremos los caprichos del espacio.
Fotos, noches y madrugadas, sacrificios recíprocos, llamadas a horas intempestivas, larguísimas conversaciones, cenas con pasta (siempre con pasta)... ¿He dicho fotos? Tras más de cinco años de amistad y todo lo que ha acontecido, puedo afirmar, muy orgullosa, que Patito es una gran amiga que siempre estará a mi lado (a pesar de los kilómetros), pues

Recapitulando:
  1. Un amigo nunca será un extraño, por mucho tiempo que pases sin verle o hablar con él. La amistad permanece intacta.
  2. La amistad está por encima de los problemas que puedan surgir. 
  3. Hay una razón detrás de cada acto. La intención vale más (las cosas pueden salirnos mal). 
  4. El tiempo lo dice todo, no miente. Sólo el tiempo te demostrará si una amistad es verdadera o si nunca lo fue.

domingo, 2 de marzo de 2014

Mañana (el tiempo juega en nuestra contra)

Cuando tus manos incumplan promesas,
cuando no encuentren palabras mis labios
que nos refugien de tanta tormenta,
que nos escondan de tanto pasado.
Cuando en tu risa no estén las respuestas
a las preguntas que no he formulado,
cuando ya no planteemos problemas
o cuando olvidemos solucionarlos.
Cuando tus ojos me den la espalda,
cuando tu espalda me mire tanto;
y cuando llenes de indiferencia
y de silencio todo el espacio.
Cuando esté sola con mis fantasmas
y cada noche me halle llorando
por pretender revivir momentos
como el de aquella tarde de sábado.
Será cuando no quede más
que miradas hacia los lados,
recuerdos pasados por agua
e incendios tan mal apagados.
Son promesas hechas a ciegas,
escritas en un cheque en blanco;
son cosas que ya no querremos
y que antes queríamos tanto.

sábado, 1 de marzo de 2014

Amigo

Debe ser que no lo fuiste,
debe ser que no lo has sido
y que nunca lo serás
porque nunca me has querido.

Y si tengo que explicar
que lo que hemos compartido
y la amistad valen más
que todo lo sucedido,

es que no vale la pena,
es que nunca la ha valido;
y no debiste decir
que tenía un buen amigo.